miércoles, 6 de enero de 2010

Postulación a los pueblos de la Sierra al premio Nobel de Paz

PUEBLOS INDÍGENAS DE LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA

La Sierra
La Sierra Nevada de Santa Marta es el territorio de cuatro pueblos indígenas: koguis, arahuacos, wiwas y kankuamos. Además, es el macizo montañoso más alto cerca de una zona costera en el mundo y se encuentra ubicada en el noreste de Colombia. Por lo general, se le reconoce como una pirámide de base triangular cuyas faldas alcanzan los departamentos del Cesar, Guajira y Magdalena.
La SNSM se encuentra independiente a la cordillera de los Andes. Su geología se caracteriza porque durante su proceso de conformación alcanzó una altura entre los 5.684/5.775 msnm (1998, FPSNSM. 2006, Viloria de la Hoz) en los picos Cristóbal Colón y Simón Bolívar. Algo que llama la atención es su área de elevación que tiene una distancia de 42 Km. Desde el mar hasta el punto más alto del macizo, en línea recta. Su área total se acerca a los 12.230 km/2, 17.000 km/2 21.158 km/2 que varía de acuerdo a la estimación de la curva del nivel de mar, hasta la delimitación natural de sus vertientes hidrográficas. Su hidrografía se constituye de tres macro cuencas conformadas por un sistema de 29 ríos principales. La primera macro cuenca incluye a los ríos: Córdoba, Toribio, Caira, Manzanares, Piedras, Mendihuaca, Guachaca, Buritaca, Don Diego, Palomino, San Salvador, Ancho, Cañas, Maluisa, Jerez o Dibulla, Enea o Tapias, Camarones y, por último, Ranchería, para completar los ríos que desembocan en la orilla del mar Caribe, en toda la parte norte. La segunda macro cuenca está conformada por los ríos: Frío, Sevilla, Tucurinca, Aracataca y, por último, Fundación, pertenecientes al flanco occidental que vierte sus aguas en la ciénaga grande de Santa Marta. La tercera y última macro cuenca está constituida por los ríos: Badillo, Guatapurí, Azúcarbuena o Cesarito, Los Clavos, Diluvio y Ariguaní que se concentran en río Cesar.
La Administración.
El carácter administrativo está dado por la historia de imaginarios de las élites locales y sus poblaciones en la conformación de los departamentos del Magdalena, Cesar y la Guajira, donde confluyen las jurisdicciones administrativas que regulan la gestión de ordenamiento territorial, que se expresa en 17 municipios, tres corporaciones autónomas regionales (Corpamag, Corpocesar y Corpoguajira), un área de reserva forestal, dos parques nacionales naturales (Sierra nevada de Santa Marta y Tairona), un parque arqueológico (Ciudad perdida o Teyuna), y dos resguardos indígenas.
Dentro del marco administrativo confluyen relaciones de poder y control territorial que, de manera conjunta con los departamentos y los municipios, se incorporan a la estructura administrativa o influyen en esta, como es el caso de la reserva forestal que cuenta con 860.000 hectáreas aproximadamente. La reserva fue declarada como tal mediante la ley 2 de 1959. Por otra parte, se encuentran los parques nacionales naturales: Sierra Nevada de Santa Marta y el Tairona, que son administrados por el Ministerio del Medio Ambiente, a través del Sistema Nacional de Parques Nacionales. La Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) se caracteriza históricamente por albergar diversos sujetos culturales que dan cuenta de la prehistoria, el proceso de colonización, el mundo pre-capitalista, la República y el mundo moderno. Entre estos sujetos culturales se destacan los indígenas de la SNSM. La tradición indígena hace alusión a cuatro pueblos originarios que se reconocen a sí mismos como: Kággaba (Kogui), Ika (Arhuacos), Wiwa (Arsarios o Malayos) y Kankuamos (Atanqueros). De los cuatro grupos étnicos, los Koguí son considerados como los que más conservan la tradición cultural en comparación con los Kankuamos y Wiwa que andan en un proceso de reinvención de su historia y fortalecimiento de la identidad, como consecuencia de los distintos proyectos de evangelización que dan cuenta de una forma de relacionarse con ellos, por parte de un sujeto cultural e histórico que se diferencia en el plano identitario de las relaciones socio-culturales establecidas en el espacio serrano como no-indígenas. En este sentido, los encuentros y desencuentros entre los indígenas y no-indígenas se reconocen desde la colonia hasta la época contemporánea como continuos proyectos hegemónicos.
Por otra parte, pero describiendo este tipo de relaciones de dominación, los Arhuacos se caracterizan dentro de la historia de la SNSM como los pioneros en la organización social en pro de la defensa territorial y la autonomía cultural. La colonia, la Guerra de los Mil Días y la bonanza marimbera, son momentos en la historia de la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) que nos describen la problemática indígena en tiempos contemporáneos, ya que estos hechos históricos ayudan a contextualizar los continuos desplazamientos indígenas en el territorio serrano. Precisamente estos procesos de desplazamiento y de continuas migraciones, generan nuevos procesos de fortalecimiento cultural entre los pueblos indígenas de la SNSM. En este proceso de defensa cultural, los Mamos de las cuatro etnias de la SNSM han sido pieza fundamental en el fortalecimiento cultural de sus respectivos pueblos indígenas. En ese sentido, se ha dado un paso muy importante en materia de organización indígena, entre esa nueva forma de interlocución con el estado, donde se destacan las organizaciones de base indígena: la Confederación Indígena Tayrona (CIT), la Organización Gonawindua Tairona (OGT), la Organización Yugumaiun Bunkwanarrwa Tayrona (OWYBT) y la Organización Indígena Kankuama (OIK). Desde estas organizaciones de base indígena, la SNSM es considerada por los indígenas como un lugar sagrado, de gran importancia cultural para sus vidas y defienden una relación equilibrada entre sus culturas y la naturaleza, fundamentando de esta manera sus prácticas cotidianas en un marco ecológico.
Los Pueblos.
Los Koguis, Arhuacos, Wiwa y Kankuamos que habitan la SNSM son alrededor de 35.000 habitantes. Se consideran descendientes directos de la cultura Tairona y a partir de ahí recrean de manera conjunta un pensamiento mítico que data de su origen en el mundo y cómo Serankua (Dios de la creación) les da un posicionamiento, diferenciando geográficamente dentro del territorio de la SNSM, que describe a cada pueblo como un pilar fundamental que confluye en la punta de un triangulo de cuatro caras.
Son múltiples las expresiones de apropiación del territorio de la SNSM a lo largo de su historia. Los indígenas de esta zona son amplios tejedores del hilo histórico que atañe a estas tierras y los diferentes sistemas simbólicos de relacionarse con la misma, desde mucho antes de la llegada de los españoles a América y con ella a la SNSM, ya existía una relación entre sociedades indígenas y de estas con el territorio serrano.
Los pueblos indígenas fueron afectados de manera directa en su integridad cultural por los diferentes actores que ejercieron presión en varios momentos históricos, con la intención de dominar el territorio de la SNSM y someter a sus habitantes incluyendo a la población indígena. Los indígenas serranos se vieron obligados a la utilización de diferentes mecanismos para defender y mantener su cultura. En este proceso de defensa cultural, los Mamos de las cuatro etnias de la SNSM fueron y son fundamentales en el fortalecimiento cultural de sus respectivos pueblos indígenas, además de exponer las relaciones interétnicas que quedan en evidencia a partir de la visión del mundo que manejan de forma conjunta, donde Serankua y la obligación de atender la ley de Sé, en esta última se condensa lo espiritual y lo material como fundamentos para mantener el equilibrio de su orden socio-cultural.
Concepto y Bases De Autoridad y Derecho.
Según los Kogi, el curso del universo, el camino de los astros, el cambio de las estaciones, sol y lluvia y con ello la fertilidad y el crecimiento, no están garantizados ni eo ipso existentes, sino que dependen de la conducta religiosa individual y colectiva de la tribu. Si el individuo y la sociedad viven de acuerdo con las normas culturales, entonces el universo seguirá su curso, al invierno seguirá el verano, al día la noche y la lluvia al sol; mujeres y tierras serán fértiles y las enfermedades no causarán victimas Pero si la sociedad se alejara de éste camino, si el código moral o religioso se olvidara o no se obedeciera, entonces esta conducta acarreará el fin del mundo. El sol se ocultará, la tierra y las mujeres se volverán estériles y cataclismos y enfermedades eliminarían a la gente. E "fin del mundo" preocupa a los kogi, no solo como posible catástrofe para ellos mismos, sino como una catástrofe para la humanidad. Aquí el etnocentrismo de su cultura da campo a un sentido de responsabilidad universal hacia ¡a humanidad entera. Los kogi dicen que ellos nacieron primero y son así los "hermanos mayores" de la humanidad. Como tales, deben proteger y cuidar a los "hermanos menores" es decir, a todos los que no pertenezcan a su tribu. (...) en la opinión de los Kogi, Colombianos, Franceses, o quienes sean, cometen diariamente disparates y ofensas, muchas veces sin darse cuenta de las posibles consecuencias fatales de su conducta. Son los Kogi los que deben expiar las faltas de los "hermanitos" y el hecho de que el universo aún sigue su curso, de que el sol salga por las mañanas y de que la yuca crezca en los campos es para los Kogi amplia prueba de que sus continuos esfuerzos no son en vano. Así cada individuo kogi tiene grandes responsabilidades, no solamente para con su religión y su sociedad, sino también para con todos los hermanos menores, quienes -ignorantes como son- dependen de los kogi y el saber de sus Mamas.
La Interpretación de la Naturaleza.
Para los kogi la naturaleza es el gran telón donde proyectan su cultura, su sociedad y su personalidad. El universo, La tierra, los astros, los fenómenos atmosféricos, los animales, las plantas o los minerales forman todos una inmensa familia de seres animados y emparentados entre si cuyo origen común es la Madre Universal, personificación de la fuerza creadora. Esta gran familia se divide en otras más pequeñas y por fin en representaciones individuales. El sol, los vientos, los animales o plantas forman determinadas familias cada una de las cuales tiene su padre y su madre como progenitores de las especies o variedades. (...) Las normas de conducta de estas "familias" que los Kogi proyectan sobre la naturaleza, son las mismas que en la sociedad, humana deben observar el individuo y la familia. Pero como demasiadas veces el individuo no sigue las normas institucionalizadas, o las interpreta de un modo personal, en la naturaleza también se prevé la posible y hasta probable desviación de la norma. En ello los kogi ven un gran peligro. Al paso que su cultura se desintegra, la sociedad pierde así el control sobre la naturaleza ya que las manifestaciones de ésta se vuelven imprevisibles.
En un principio se dice, no había orden universal. El sol vagaba por cielo sin curso fijo; los muertos eran visibles materialmente y regresaban a la tierra para causar daños; las hormigas y aves destrozaban los sembradíos sin que nadie lo pudiera impedir. Entonces, de acuerdo con la Madre Universal, la misma naturaleza se dirigió al hombre y le indico como debería tratarla. El sol dijo: "quiero que me canten y que me den comida. Si no, les voy a quemar la tierra". Las hormigas dijeron: "queremos que nos canten, si nadie nos canta, les vamos a dañar los sembradíos". Los muertos pidieron que se les hicieran ofrendas e indicaron en detalle el modo como se les debería enterrar. Así hablaban todos y de ésta manera la madre hizo "la ley". Es la gran preocupación de los kogi que se conserve esta "ley" para que no vuelva el desorden universal y con él "el fin del mundo2. Todos ellos temen que la "ley" se pierda, que "la luz se apague" y que nuevas generaciones ya no sepan cantar, ni bailar, ni hacer las ofrendas en su debida forma. Es así en la naturaleza donde los kogi, sin saberlo, observan el curso de su cultura. Allí cada aguacero, cada cosecha perdida, cada enfermedad significa que el grupo o el individuo no cumplió con su deber. Y, en efecto, las malas cosechas aumentan, las tierras se agotan y las enfermedades se hacen más y más sensibles. Es un gran espejo en el cual se mira la cultura pero se refleja el individuo.







Además, los Kogi interpretan la naturaleza no solo en términos sociales, como agrupaciones de personificaciones que son replicas de su sociedad, sino que también ven en ella innumerables símbolos. Estos dan la base para grandes cadenas de asociaciones que relacionan factores perceptibles en la naturaleza y se utilizan para expresar ciertos complejos emocionales. Los Kogi dicen: "Hay dos modos de ver las cosas. Uno puede mirar un árbol y ve un árbol, Luego uno puede mirar el mismo árbol pero uno no ve un árbol sino una culebra". Estos "dos modos" son la expresión de un simbolismo y de asociaciones de ¡deas que, por cierto, no solamente duermen en el subconsciente sino también en las cuales los Kogi hablan con una comprensión sorprendente.
Este "ver de dos modos" es un mecanismo que facilita enormemente el manejo de "las cosas" y de la naturaleza; es un sistema de control, de equilibrio por el cual el individuo puede orientar su conducta, representando así un factor cultural de gran importancia. Que en el subconsciente se continúen y ramifiquen estás asociaciones y símbolos, es natural, pero al tratar de ellos no es necesario, para nosotros, analizarlos desde un punto vista sicológico sino que son los mismos Kogi los que indican el camino y nos guían por buena parte de este. Al tratar la interpretación social de la naturaleza debemos así tener en cuenta su simbolismo y la función cultural de este.
El Concepto de Yuluka
"hay que estar de acuerdo" es una frase muy común entre los Kogi, ella expresa una idea importante en las relaciones del individuo con el mundo, significa básicamente "estar de la misma manera" o "estar igual" en un sentido de identificación. Cuando uno "está de acuerdo" con alguna cosa uno hace parte de la cosa y adquiere sus características.
Hay que estar de acuerdo con los animales, hay que estar de acuerdo con el dueño de los árboles, hay que estar de acuerdo con el sapo, con la lluvia, las nubes, las enfermedades etc.

1 comentario:

  1. Un cordial saludo, somos el equipo de la Cumbre Mundial de Paz y les invitamos a que hagan parte de la postulación a las comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta al Premio Nóbel de Paz, enviamos nuestro grupo en Facebook.

    Gracias y hasta pronto.

    http://www.facebook.com/profile.php?id=1620275011&ref=mf#/group.php?gid=209448131718&ref=ts

    ResponderEliminar